jueves, 18 de agosto de 2016

Contra el espectáculo del deporte y las olimpiadas

Decía una señora de mediana edad en el tren esta mañana: "Si nos darían (sic, así se dice en Cantabria) una medalla por la de veces que hemos quedado cuartos en estas olimpiadas..." La señora no acabó la frase. Supongo que iba a añadir que seríamos campeones, millonarios o algo así, ni lo sé ni me interesa mucho, la verdad. Yo que iba a su lado la miraba incrédulo, no podía dar crédito a lo que oía: ¿Una medalla? ¿A nosotros? ¿A ella? ¿A los que viajábamos en el vagón de ese mismo tren? ¿Qué nos importan a nosotros las veces que quedamos -¿quiénes?- primeros o cuartos o decimonovenos en el festival de eurovisión o en el coñazo este insoportalbe de las Olimpiadas de Río de Janeiro?

¿Qué beneficios nos reportan a nosotros, a ti, a mí, a la señora de esta mañana, a cualquiera, los oros o bronces o los triunfos, en general, de unos tenistas como Rafa Nadal o Arantxa Sánchez Vicario? ¿De qué nos sirven las canastas del altísimo jugador de baloncesto Pau Gasol o los éxitos de Fernando Alonso al volante de su bólido? ¿De qué nos valen los cacareados goles de Ronaldo o de Messi? ¿Qué nos importa que la Roja, que es como llaman los hinchas a la selección española de balompié, gane o pierda un partido por goleada? ¿Acaso no rendimos un culto rayano en el fanatismo religioso a algunos deportistas por haber llegado a ocupar el puesto más alto en sus respectivas disciplinas, como Miguel Induráin o Alberto Contador en ciclismo, Íker Casillas o Sergio Ramos en fútbol, Marta Domínguez en atletismo, Gema Mengual en natación y un larguísimo, por no decir, interminable y siempre renovado etcétera?  ¿No celebramos los triunfos de “nuestros” deportistas como si fueran propios nuestros y como si nos fuera la vida en ello? ¿En qué van a invertir los falsos fondos de su ilusión tantas personas que ahora se arrellanan frente al electrodoméstico a la hora que sea cuando concluya la retransmisión de los juegos olímpicos y el inmundo tráfago de noticias que generan?

¿Qué sacamos de provecho, aparte de pasar el rato y matar el tiempo, como suele decirse, y de distraernos de algunas preocupaciones? Nadie pone en duda la importancia de la práctica del deporte; la objeción surge cuando lo que se fomenta no es dicha práctica, -el ejercicio físico es compatible con el mental, ya se sabe: mens sana in corpore sano-, sino la contemplación del espectáculo deportivo, es decir, nuestra reducción al mero papel de espectadores pasivos. Al Poder le interesa muchísimo ya desde muy antiguo que sus súbditos “permanezcan bien atentos a la pantalla”, para que se distraigan, a fin de que no piensen por sí mismos y no sean conscientes de la alienación en la que viven y de la manipulación mediática del “panem et circenses” que padecen desde todas las redes sociales de incautos individuos.

Ellos, me refiero a los gobernantes dictatoriales o democráticos en general (da igual para el caso que sean de izquierdas que de derechas, pues como dijo el otro: “Ni izquierda ni derecha; / entre arriba y abajo, / está la pelea”), no lo reconocen así de claro; ellos dicen que es de vital importancia el "made in Spain"; la exportación de “la marca España”, no se sabe muy bién a dónde ni para qué, si no es para exacerbar el nacionalismo más cavernícola. La apabullante información deportiva que padecemos sólo sirve para dar la sensación de que pasan cosas en el mundo, cuando todos sabemos que en realidad no pasa nada de lo que tenía que pasar de verdad.

Pero ¿no sería más útil, me pregunto yo después de leer el texto de Vitrubio que os propongo más abajo para comentario, que diéramos más importancia, por ejemplo, a los filósofos y pensadores, a los escritores y, en general, a los intelectuales y artistas, cuyas obras nos ayudan a mejorar por nosotros mismos ejercitando nuestras mentes e inteligencias,  comprendiendo un poco mejor el mundo en el que malvivimos, así como cultivando nuestra sensibilidad, objetivos de los que quieren alejarnos, precisamente, los gobernantes democráticos fomentando el espectáculo del deporte como parte fundamental de la sociedad del espectáculo en este mes de vacaciones?

El fragmento que os propongo de Vitrubio es el comienzo del libro IX de su obra De Architectura. Quizá os suene el nombre de este autor por el célebre dibujo que hizo Leonardo da Vinci, conocido como “El hombre de Vitrubio”, para ilustrar el canon de las proporciones del cuerpo humano que formula este arquitecto de la antigua Roma en otro punto del mismo tratado arqutiectónico.

 A los atletas famosos que habían ganado los juegos olímpicos, los píticos, los ístmicos o los de Nemea (1), los antepasados de los griegos les rindieron tan grandes honores que no sólo se llevaban los laureles con la palma y la corona al alzarse ante su público, sino que también cuando volvían a su patria con la victoria, eran conducidos en cuadrigas como generales triunfadores hasta las murallas de sus ciudades de origen, y disfrutaban de por vida de una pensión tributaria a cargo del Estado.  
Nobilibus athletis, qui Olympia, Pythia, Isthmia, Nemea uicissent, Graecorum maiores ita magnos honores constituerunt, uti non modo in conuentu stantes cum palma et corona ferant laudes, sed etiam, cum reuertantur in suas ciuitates cum uictoria, triumphantes quadrigis in moenia et in patrias inuehantur e reque publica perpetua uita constitutis uectigalibus fruantur.

  
Así pues, cuando lo pienso, me asombra que no se hayan atribuido los mismos y aun mayores honores a los escritores, que prestan a todas las naciones infinitos servicios a lo largo del tiempo. Pues sería más digno que así se estableciera, ya que los atletas fortalecen sus propios cuerpos con sus entrenamientos, pero los escritores no sólo fortalecen su propia inteligencia,sino también la de todos, cuando en sus libros para aprender y agudizar los ingenios disponen sus enseñanzas.  
Cum ergo id animaduertam, admiror, quid ita non scriptoribus eidem honores etiamque maiores sint tributi, qui infinitas utilitates aeuo perpetuo omnibus gentibus praestant. Id enim magis erat institui dignum, quod athletae sua corpora exercitationibus efficiunt fortiora, scriptores non solum suos sensus, sed etiam omnium, cum libris ad discendum et animos exacuendos praeparant praecepta.

 
Pues ¿qué provecho tiene para la humanidad el hecho de que Milón de Crotona (2) nunca fuera derrotado, o los demás, que fueron campeones en tal estilo, a no ser que, mientras estuvieron vivos, disfrutaron de gloria entre sus compatriotas? Pero las enseñanzas de Pitágoras, Demócrito, Platón, Aristóteles (3) y otros pensadores, elaboradas a diario con sus constantes desvelos, no sólo proporcionan unos frutos nuevos y provechosos a sus compatriotas, sino también a todo el mundo. Quienes gracias a ellas se alimentan desde sus tiernos años con la abundancia de sus conocimientos obtienen los mejores sentidos de la sabiduría, enseñan a los estados costumbres humanas, derechos justos, leyes, sin las que ninguna ciudad puede mantenerse a salvo.
Quid enim Milo Crotoniates, quod fuit inuictus, prodest hominibus aut ceteri, qui eo genere fuerunt uictores, nisi quod, dum uixerunt ipsi, inter suos ciues habuerunt nobilitatem. Pythagorae uero praecepta, Democriti, Platonis, Aristotelis ceterorumque sapientium cotidiana perpetuis industriis culta non solum suis ciuibus, sed etiam omnibus gentibus recentes et floridos edunt fructus. E quibus qui a teneris aetatibus doctrinarum abundantia satiantur, optimos habent sapientiae sensus, instituunt ciuitatibus humanitatis mores, aequa iura, leges, quibus absentibus nulla potest esse ciuitas incolumis.

Por lo tanto opino que, ya que tan grandes beneficios nos han sido otorgados a los hombres privada- y públicamente por la previsión de los escritores, no sólo es oportuno otorgarles palmas y laureles, sino también concederles desfiles triunfales y considerarlos dignos de culto en los templos de los dioses.
Cum ergo tanta munera ab scriptorum prudentia priuatim publiceque fuerint hominibus praeparata, non solum arbitror palmas et coronas his tribui oportere, sed etiam decerni triumphos et inter deorum sedes eos dedicandos iudicari.
 (Marco Vitrubio, De Architectura, Libro X, 1)
(1)  Aunque los juegos griegos más famosos son los que se celebraban en Olimpia cada cuatro años,  restaurados en el siglo XX por el impresentable Lechantin de Gubernatis, otras ciudades griegas como Delfos, Corinto o Nemea organizaban sus propias competiciones deportivas periódicas.
(2)   Milón de Crotona: Uno de los atletas más legendarios del mundo antiguo, “el más ilustre de los atletas” según Estrabón, fue coronado como vencedor en lucha libre en Olimpia no menos de seis veces. Nacido en el sur de Italia, donde Grecia tenía tantas colonias, Milón ganó el certamen de lucha infantil en el 540 a. C. Volvió ocho años después para ganar el primero de sus cinco consecutivos títulos de campeón, proeza que parece increíble según los modernos cánones. Rara vez han competido nuestros modernos deportistas olímpicos en más de dos o tres olimpiadas durante el trascurso de su carrera.
(3)  Cita Vitrubio, a título de ejemplo, a cuatro filósofos griegos: a los presocráticos Pitágoras y Demócrito, y a los postsocráticos Platón y Aristóteles. En el fresco de la capilla Sixtina que pintó Rafael conocido como La Escuela de Atenas,  Platón (para el que se inspiró en Leonardo, según parece)  y Aristóteles ocupan los lugares centrales (1 y 2 respectivamente), mientras que el matemático Pitágoras se encuentra tomando notas a la izquierda (número 7). No se ha identificado a Demócrito de Abdera, el filósofo atomista. Sólo hay una mujer, Hipatia de Alejandría (número 5), y el propio pintor, Rafael, se incluyó en su fresco en la esquina derecha (número 20).
 

4 comentarios:

  1. Las teorías de la sociedad de masas se caracterizan por adoptar un papel conformista, irracional, pasivo y, el resultado de estos tres agentes, una tendencia a la susceptibilidad de ser influenciados por los medios de comunicación. Tal y como señaló Noam Chomsky "Caso tras caso, vemos que el conformismo es el camino fácil, y la vía al privilegio y el prestigio; la disidencia trae costos personales".

    Este fenómeno, que está aconteciendo en España, aunque podría aplicarse a cualquier país de la actualidad, lo identifico con el denominado Cinismo Postmoderno que el filósofo alemán, Peter Sloterdijk, expresa en su obra Crítica de la razón cínica (1983) donde expone el fracaso al que nos ha conducido el posmodernismo en lo que se respecta a la quiebra del pensamiento de la Ilustración.

    En sintesis, nos encontramos otra vez con un instrumento idiotizador. Al igual que la app de pokémon.

    Un saludo, Amaiur.

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  2. Gracias, Amaiur, por el comentario y por traer a cuento a Chomsky y a Sloterdijk (de este último no he leído nada todavía, tendré que ponerme a ello), muy oportunos ambos, a propósito del papel idiotizador de los medios de comunicación. Un cordial saludo.

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    1. ¿No le parece a usted que cada vez el panem et circenses que se nos ofrece es más mediocre? es triste la pasividad que se adopta.

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    2. El pan es poco y está mal repartido, y el circo es de pésima calidad.

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