martes, 23 de junio de 2015

Un mundo de lenguas: las lenguas del mundo.



Hoy en día existen al menos 7.102 lenguas vivas catalogadas en el universo mundo. En el siguiente gráfico o,  más concretamente,  infografía o imagen obtenida con medios informáticos, están representadas las 23 lenguas más habladas en la actualidad en nuestro planeta.   La ilustración ha sido realizada por el periodista y diseñador gráfico español Alberto Lucas López para el periódico “South China Morning Post” de Hong Kong.



La infografía da una idea del número de los hablantes de cada una de las 23 lenguas reseñadas, cuyo tamaño viene determinado por el número en millones de hablantes nativos que hay en cada país. Cuanto más se habla una lengua, más espacio  ocupa de forma proporcional en la infografía. El mayor tamaño corresponde al chino, que cuatriplica el número de hablantes del inglés. Sin embargo, sólo 33 países hablan chino, incluidos todos sus dialectos, mientras que el inglés se habla en 110, lo que se explica debido al pasado colonial de los hablantes de este idioma.

Las lenguas más estudiadas, según el gráfico, son el inglés (1.500 millones de estudiantes), seguida del francés  (82 millones), el chino (30 millones), y el español y el alemán (empatadas a 14,5 millones de aprendices). Estos datos no se corresponden en absoluto con el número de hablantes de estas lenguas, sino con su importancia socioeconómica, histórica y cultural. Somos casi cuatrocientos millones los que tenemos el español como lengua madre en el mundo (399 para ser exactos), mientras que los hablantes de la lengua alemana son 78,1 millones, y sin embargo ambas son igualmente estudiadas.

Las lenguas romances o neolatinas habladas en el mundo, según este estudio, suman un total de  741,7 millones de hablantes,  en el siguiente orden de mayor a menor: español (399 millones), portugués (203), francés (75,9) e italiano (63,8), lo que nos da una idea de su creciente importancia. No incluimos el inglés (335 millones de hablantes)  entre las lenguas romances porque obviamente no es una de estas lenguas, pese a que, según algunos estudios, el sesenta por ciento de su vocabulario es de origen latino.


Podemos visitar la interesante infografía de Alberto Lucas López y ampliarla aquí.  Está en la lengua del imperio, of course, pero se entiende. 

lunes, 22 de junio de 2015

Homenaje a los clásicos



El ensayista y poeta peruano Manuel González de Prada (1844-1918) rindió en Grafitos (título que adapta al español la palabra italiana "graffiti") su peculiar homenaje a los poetas clásicos griegos y romanos que admiraba: Homero y Virgilio, la Antología Griega, y dentro de ella el poeta Meleagro, y Lucrecio, el imprescindible discípulo romano de Epicuro.  


 (Homero) 


Donde su hexámetro
escande Homero,
todos discípulos,
todos pigmeos.
Es el Océano:
Safo y Tirteo,
Hesiodo y Píndaro,
los arroyuelos.


(Virgilio) 

Flor de moderno, deleitable aroma
en el sangriento lodazal de Roma.


(La Antología Griega)  

El bosque no es de homéricas encinas
que al cielo encumbran gigantescos brazos:
En el jardín florido de la Grecia
es un rincón discreto y perfumado
donde palpitan mariposas de oro,
donde se ciernen soñolientos rayos,
donde tiemblan al ósculo del viento
las lujuriantes rosas de Meleagro.


(Lucrecio)

Tú del Olimpo arrojas al Tirano,
y sólo ves la Nada y el gusano.
En el reino inviolado de la muerte.
eres, oh gran pagano,
manjar de libres, demasiado fuerte
para el servil cerebro de un cristiano.

 



 

 


sábado, 20 de junio de 2015

Omnia sunt/sint communia


Al parecer, un concejal madrileño ha prometido su cargo añadiendo a su "Sí, lo prometo" la fórmula latina "omnia sunt communia" como si se tratara de una fórmula sagrada de divinas palabras, como diría don Ramón. El secretario no lo entendió a la primera y la presidente tuvo que rogarle al concejal que repitiera su juramento para que constara en acta.  


"Omnia sunt communia" es una frase latina que procede de Tomás de Aquino, sacada de su contexto,  que es: "non licet furari ad hoc quod homo eleemosynam faciat (nisi forte in casu necessitatis, in quo omnia sunt communia)": no es lícito que una persona robe a fin de dar una limosna (a no ser tal vez  en caso de necesidad, en que todas las cosas son comunes).  

Se ve que el santo en este texto defiende ante todo la propiedad privada y por lo tanto condena el robo, como hace el séptimo mandamiento. Ni siquiera éste estaría justificado en la circunstancia de que fuera, como en Robin Hood, el príncipe de los ladrones, para dar una limosna a los pobres, pero matiza cristianamente  "excepto en caso de necesidad". No entiendo, por cierto, por qué algunos citan la frase diciendo "in extrema necessitate", cuando el aquinate escribió simplemente "in casu necessitatis",  no "in extremo casu necessitatis".

Fue sin embargo Thomas Müntzer quien divulgó la frase "omnia sint communia", cambiando el modo del verbo de Indicativo a Subjuntivo para expresar el deseo de que, no siendo de hecho las cosas comunes, deberían serlo sin embargo. La diferencia entre omnia sunt y omnia sint es muy importante: pasamos de la ingenua constatación falsa a todas luces de que todo es de todos,  a lo contrario, a que existe la propiedad privada y, por lo tanto, las cosas tienen dueños, de donde surge el deseo de que siendo las cosas así no sigan siendo así sin embargo: "sean comunes las cosas".


Omnia sint communia! fue la proclama de los campesinos alemanes durante las revueltas de los años 1524 y 1525, alentadas por el predicador anabaptista Thomas Müntzer, a raíz de la privatización de las tierras comunales que habían sido de propiedad pública. “¡Sea todo común!”, gritaban los campesinos contra el despotismo de los príncipes protestantes, o, como dice el refrán castellano, "lo que es del común (non) es de ningún", que no quiere decir que los bienes comunales se descuiden, sino que no deberían ser privatizados. Finalmente, los insurgentes fueron derrotados  en el campo de batalla  y recayó  sobre ellos la pesada losa de la Historia.
 
Me viene ahora a la cabeza que mis antiguas alumnas procedentes de las monjas de Selaya, de las que guardo un muy buen y agradecido recuerdo, de las alumnas no de las Religiosas Hijas de la Virgen de los Dolores, habían aprendido el Subjuntivo de esta graciosa manera: "Quiera Dios que brille el sol...", como expresión de un piadoso deseo. Claro que en español tenemos otra forma de formular los deseos invocando a la divinidad, que es  el ojalá, un resto árabe que evoca el nombre de Alá.

El adjetivo commnunis commnune está compuesto por el prefijo con, que indica instrumento y compañía,  y la raíz indoeuropea *moi-n-. La evolución del diptongo /oi/ a /u/ es completamente normal en latín, p. ej. oinos>unus. La raíz *moi, con vocalismo o, es una variante de *mei,  que significa "cambiar, mover, ir e intercambiar bienes y servicios dentro de una sociedad controlada por la ley o la costumbre" según el Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española. De este adjetivo derivan términos como comulgar, comunicar, comunidad, procomún, comunista y el curioso vocablo agrícola comuña, desconocido por estos pagos, para la mezcla de trigo con centeno, así como descomunal, que propiamente significa "fuera de lo común, extraordinario". 


De la misma raíz *moi-, con el sufijo *-nes, procede también el término latino munus, múneris, con el significado de "función o servicio que se hace a los demás", raíz que conservamos en municipio, donde entra en juego el verbo capio "coger",  con el sentido de asumir un compromiso, munificencia, donde es el verbo "hacer" el que interviene, o remunerar, donde el prefijo re- revela que se devuelve un favor o presente. Y por supuesto, cuando uno está exento de servicio o libre de cualquier cosa, está inmune, con el prefijo negativo in-, por lo tanto "sin cargo y sin carga", o "sin la carga de un cargo o de una enfermedad". Y de ahí podemos llegar hasta el síndrome de inmunodeficiencia, o a la carencia de inmunidad.

sábado, 13 de junio de 2015

Ruinas de Palmira

El poeta griego, que yo desconocía totalmente,  Nicos-Alexis Aslánoglu, nacido en Salónica en 1931 y muerto en 1996, es autor de este espléndido poema titulado "Las ruinas de Palmira", dedicado a la antigua ciudad romana de Palmira, situada en Siria, que ha saltado a la actualidad recientemente por el peligro que corre su conservación, situada en pleno epicentro de una guerra incomprensible como todas. Considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la histórica ciudad podría encontrarse en peligro ante la ofensiva del Estado Islámico para hacerse con ella, a la que ha respondido el régimen sirio de Bashar al Assad realizando bombardeos.

La histórica ciudad de Palmira en peligro ante el avance de Estado Islámico

La histórica ciudad de Palmira, considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, podría estar en peligro ante la ofensiva que ha lanzado el grupo terrorista Estado Islámico para hacerse con ella y a la que ha respondido el régimen de Bashar al Assad llevando a cabo bombardeos, según informan fuentes sirias.

Leer mas: http://www.europapress.es/internacional/noticia-historica-ciudad-palmira-peligro-avance-estado-islamico-20150514132954.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La histórica ciudad de Palmira en peligro ante el avance de Estado Islámico

La histórica ciudad de Palmira, considerada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, podría estar en peligro ante la ofensiva que ha lanzado el grupo terrorista Estado Islámico para hacerse con ella y a la que ha respondido el régimen de Bashar al Assad llevando a cabo bombardeos, según informan fuentes sirias.

Leer mas: http://www.europapress.es/internacional/noticia-historica-ciudad-palmira-peligro-avance-estado-islamico-20150514132954.html

(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.

(Vista panorámica del teatro romano de Palmira)

oOo 


Cuanto más pasa el tiempo y hago un avance
A fondo en la aceptación,  tanto más comprendo
Por qué das peso y haces tuyo el significado
Que los hombres dan a las ruinas. Allí donde todo
Es barrido, los mármoles y las piedras y la historia,
Permaneces tú con tu  cálido aliento para recordarnos
El paso hacia la belleza, la memoria
De aquel que guardó silencio imperceptiblemente dentro de mí,
Debatiéndose en su propio derrumbamiento y también
En el de los otros que caen insospechados en un profundo sueño.

Cuanto más pasa el tiempo,  y avanzo más a fondo
En el otoño inmóvil que ablanda las aceras lavándolas
Con luz, tanto más veo
En el don dorado del sol un abandono
De todo lo que espero y no he tenido, de todo
lo que me pidieron y rechacé no teniéndolo, de todo
lo que repartí irreflexivamente, y permanezco
extranjero y harapiento ahora.

Pero cuando
En el recuerdo fragmentado revuelvo
Las ruinas, encuentro una honda respuesta  a por qué los mármoles
Y las piedras y la historia permanecen para recordarnos
Tu paso hacia la belleza – respuesta
A todo lo que espero y no he tenido.

Nicos-Alexis Aslánoglu




martes, 2 de junio de 2015

Sobras de ortografía



Se habla mucho de las faltas de ortografía, y muy poco de las sobras; es decir, de lo que está de más en la escritura. Serían sobras de ortografía, poner,  por ejemplo, tildes donde no debería haberlas. Una sobra de ortografía que cada vez veo más y que me preocupa es "vinierón" (sic): acentuar una palabra llana como si fuera aguda, lo que se debe a una imposición de la norma sobre el oído, que no se ha comprendido y escuchado, pero que se apresta a obedecer. Quien escribe "vinierón" sabe que hay una regla de ortografía que dice que en español se pone tilde sobre la vocal correspondiente a todas las palabras agudas acabadas en -n o -s, como, por ejemplo "canción" o "inglés". Quien escribe "vinierón" no se para a escuchar a su oído y a oír si la palabra es aguda, llana o esdrújula porque su oído, ensordecido por la imposición de la norma, probablemente no le diga nada, pero se apresura a obedecer y cumplir -la ley es la ley- la regla susodicha aprendida y no comprendida, escribiendo algo que no pronunciará nunca.

Las faltas de ortografía, desde mi modesto punto de vista,  tienen alguna justificación: quien escribe "b" en vez de "v" o viceversa lo hace porque hoy en día ambas letras se pronuncian igual, quien escribe "acer" sin hache está cometiendo una falta de ortografía, que se explica por el carácter mudo de la hache en español contemporáneo.  Las faltas de ortografía, por lo tanto, tienen alguna justificación más que las sobras. Lo único que justifica a estas últimas es la "ciega" obediencia a las reglas de ortografía.

Otra sobra de ortografía sería escribir haches donde no las hay. Nuestras haches suelen venir de haches latinas, por ejemplo la palabra "hombre", que procede de hominem o de efes iniciales que, después de aspirarse, acabaron desapareciendo delante de la mayoría de las vocales, fenómeno que se produjo en castellano pero no en catalán ni en portugués, y que Menéndez Pidal explicaba como influencia del sustrato vasco, dado que la lengua vasca no tiene f- inicial. Se trata de palabras como "hijo", que procede de filium  o  "harina",  que viene de "farinam". 
Si preguntamos a un estudiante español de ESO (hagamos la prueba) si es más correcto escribir "exuberante" o "exhuberante" es más que probable que, desconociendo el significado de la palabra, se incline por la forma que contiene la hache intercalada, porque le parecerá más correcta, es decir, más difícil de escribir. Esa sería otra sobra de ortografía,  no propiamente una falta. Debe escribirse “exuberante”, sin hache intercalada, porque el término procede del adjetivo latino uber que significa "fértil, fecundo, abundante", cuya forma de superlativo conservamos en español "ubérrimo". La palabra uber también significa, como sustantivo, "pecho, teta, seno", como se ve en la evolución fonética pues su acusativo "úberem" evolucionó, tras la apócope final de -m y pérdida de la vocal interior átona postónica,  a "ubre".  De ahí que "exuberante" signifique etimológicamente que "produce fruto, que da leche": la preposición "ex" indica un movimiento centrífugo de dentro hacia fuera. Sin embargo y por miedo tal vez de cometer una falta de ortografía y por analogía con palabras como exhumar (sacar de la tierra, propiamente hablando, donde la hache está etimológicamente justificada porque procede de humus), cometemos una sobra de ortografía intercalando una hache totalmente superflua.  

Sería precisa una reforma de la ortografía para que desaparecieran como por arte de magia y de la noche a la mañana todas las faltas de ortografía, y prestar un poco de oído a la lengua hablada, sin obediencia ciega y acrítica a las normas académicas, para que no hubiera tampoco sobras de ortografía a la hora de escribir.