Quitadme de
los ojos ese Cristo
de mustia faz
y demacrado pecho;
quitadme de
los ojos esa Virgen
Vengan a mí
los Dioses del Olimpo,
vengan los
Dioses jóvenes y bellos,
con las
miradas invitando al goce,
con las
sonrisas incitando al beso.
El nacimiento de Venus, Alexandnre Cabanel (1863)
Surge, oh
Belleza, surge y resplandece
en el blanco
esplendor de tus misterios
sin recatar a
mis voraces ojos
las
tentadoras curvas de tu seno.
Otro,
infestado de pudor tartufo,
cubra la
Forma con profano velo:
yo adoro de
rodillas, yo bendigo
la victoriosa
desnudez de Venus.
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