Al parecer, el edificio del antiguo Banco de España
de Santander, que iba a ser la sede del MUPAC, acrónimo del Museo de Prehistoria
y Arqueología de Cantabria, va a convertirse finalmente en una sucursal del Museo Reina Sofía, que albergará el Archivo Lafuente
que contiene numerosas obras de arte escultóricas, pictóricas y gráficas, que recala así en la capital cántabra,
convirtiéndose en una subsede filial del Centro de Arte, con lo que “Cantabria
pasa a ser una potente referencia internacional en arte moderno y
contemporáneo, lo que va a tener una enorme trascendencia para nuestra
comunidad autónoma no sólo en el ámbito cultural, sino también en el social y
económico", en palabras de la jerga política del presidente cántabro.
Supongo que esta noticia cacareada por la prensa local no tiene nada que ver con la colocación del
siguiente logo, vamos a llamarlo provisionalmente así, o muestra de arte callejera, en la fachada de la puerta de entrada del
antiguo Banco de España: una corona real de tres puntas, bajo la que puede leerse
la significativa palabra dinero dividida en sílabas. Moderna obra de arte,
sin duda, con la que se sugiere –a la puerta de lo que todavía figura como
Banco de España en doradas letras mayúsculas- que el dinero es el Rey, o que el único Rey que reina en el
mundo, más allá de todos los nombres propios de todos los monarcas, es don
Dinero, el poderoso caballero, como diría Quevedo, y a decir verdad, el más poderoso de todos
los caballeros, por no ascenderlo en la moderna teología económica a la categoría ontológica suprema del único Dios verdadero.
Es algo que sabemos muy bien todos los españoles, que lo decimos en castellano: “El dinero es el rey del mundo”. Y lo decían
antes que nosotros los romanos en latín: Pecunia regina mundi (pecunia es
femenino, por eso se dice que es la reina y no el rey del mundo; tanto monta, monta tanto), y “sola
pecunia regnat”, que escribió Petronio en una de las primeras novelas de
nuestro mundo, El Satiricón: “Sólo el dinero reina”. Y también, en latín, Publilio
Siro: “Pecunia una regimen est rerum omnium”: el dinero es el único soberano que rige todas las cosas.
La palabra dinero, por cierto, deriva de
DENARIUM, que por un lado conservamos como cultismo en la forma “denario”, nombre
de la antigua moneda romana de plata que valía diez ases, y por otro lado ha
evolucionado como palabra patrimonial a “dinero” (y a dinar, en diversos países árabes).
Bien está que a la puerta de la sede del antiguo
Banco de España algún artista callejero nos recuerde algo tan elemental que olvidan los
ingenuos que creen que vivimos en el régimen democrático y constitucional de una monarquía parlamentaria, donde se supone que
gobierna el pueblo soberano, e ignoran algo tan básico
como que nos gobiernan los mercados, como se decía hace unos años, con un
eufemismo que, rayando en lo ridículo, quería ocultar la verdadera cara económica del rey del mundo.
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