Escribía el filósofo español Heleno Saña (Barcelona, 1930) un artículo
titulado “La sociedad no es un mercado” en el núm. 51 de la revista La Clave,
en abril de 2002, que trece años después de escrito sigue, como
suele decirse, de rabiosa actualidad. Tomo de él este párrafo, que proporciona una reflexión importante sobre la diferente concepción del ser
humano en la antigüedad y en la actualidad:
“Aristóteles fue uno de los primeros filósofos que
se ocupó a fondo de la economía (1), pero subordinándola a la ciencia política,
esto es, a la regulación de la vida de la 'polis' o ciudad. La economía
queda restringida al recinto doméstico ('oikos'), y de ahí que el
Estagirita (2) no defina al hombre como animal económico, sino como «zoon
politikon». Los demiurgos (3) de la hora actual han invertido la
terminología aristotélica y cometido la barbaridad de convertir el 'homo
oeconomicus' en el eje central y caso único de la vida individual y
colectiva, una transmutación de los valores que por si sola demuestra el grado
de simplismo mental a que hemos llegado.”
(1) Economía procede del griego oikos (casa) y nomos (administración).
(2) El Estagirita es Aristóteles, que había nacido
en Estagira, ciudad griega de la península de Calcídica.
(3) Demiurgo: el que trabaja (ergon) para el pueblo (demos),
es decir, el servidor del pueblo, los gobernantes.
Este “simplismo mental a que hemos llegado”, que
denuncia Heleno Saña en su artículo, se refleja en el mundo de la enseñanza o, si se prefiere, de la educación, en
la creciente promoción a la que estamos asistiendo, dentro del llamado Bachillerato
de Humanidades y Ciencias Sociales, de una asignatura que se llama “Economía”.
¿No sería más interesante una asignatura que se
llamara “Política”? Podría argumentarse en su contra el hecho de que una asignatura llamada “Política”
sería un tanto peligrosa, ya que favorecería el adoctrinamiento político, como sucedía en los tiempos de la oprobiosa dictadura, y la manipulación
de los estudiantes. Y sería muy probable, pero nadie parece alarmarse sin embargo
demasiado del hecho de que se esté ya manipulando y adoctrinando religiosamente a los
estudiantes con esta nueva fe y asignatura de la economía y con la promoción del consiguiente espíritu
emprendedor, eufemismo de empresarial y capitalista, una nueva fe en el dios Dinero con la que se está
imbuyendo a nuestros jóvenes del espíritu y la creencia, falsa como todas, de que la sociedad es un mercado donde todo se compra y se vende -hasta nosotros mismos si nos descuidamos- y no
puede ser otra cosa... ¡Si el
Estagirita levantara la cabeza…!
Si Platón, Aristóteles, Kant, Hegel...volviesen a esta vida tendrían que adaptarse bastante a los tiempos so "pena" de ser considerados una especie de frikis más o menos valorados. Con sus múltiples defectos pero este mundo es bastante mejor que el de sus épocas, se ha avanzado mucho y también gracias a ellos. Pero, siendo como fueron unos genios, algunas de sus ideas han quedado desfasadas.
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