Dos versiones musicales del "lugete o Veneres Cupidinesque" de Catulo, la elegía al gorrión de su amada Lesbia -la primera, acompañada musicalmente de la lira con armonía lidia, de género cromático (CBAGbFMR), y la segunda la del grupo Tyrtarion- , y la versión rítmica castellana que hizo del poema Agustín García Calvo: todo un lujo para estos tiempos tan malos para la lírica que corren.
Llorad, dioses de amores y amorcillos,
y cuanto haya de hombres amorosos:
muerto está el gorrioncillo de mi niña,
gorrioncillo de encantos de mi niña,
el que más que a sus ojos ella amaba,
una miel que era él y que a su amita
más que un niño a su madre conocía,
y ni de su regazo se apartaba,
que, de acá para allá alrededor brincando,
a su dueña tan sola le pïaba.
Que ahora va por la senda de tinieblas
a de donde se cree que nadie vuelve.
¡Ah, malditas seáis, tinieblas malas,
que os tragáis cuanto haya de más lindo!:
gorrioncillo tan lindo me robasteis.
¡Oh mal crimen! , ¡ah triste pajarcillo!,
por tu culpa los ojos de mi niña
hinchaditos de llanto se enrojecen.
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