miércoles, 1 de marzo de 2017

El Diario de un Pringao o Un muchacho en apuros, en latín.

Jeff Kinney es un escritor estadounidense contemporáneo, autor del Diary of a Wimpy Kid, traducido en España como El diario de Greg, la historia de un adolescente que comienza la educación secundaria y se envuelve en no pocos problemas y situaciones cómicas. Greg Heffley es un chico que podríamos considerar normal, si tomamos como modelo de normalidad, por ejemplo, a Bart Simpson: una personalidad egocéntrica, fantasiosa y perezosa, un antihéroe simpático y a la vez antipático, que se pone en aprietos a sí mismo y a los demás por su falta de madurez y sentido social, cuyo entretenimiento favorito son, no podía ser otro, los videojuegos. 


No es sólo un libro para un público infantil y juvenil, sino también para adultos interesados en entender a los preadolescentes. Con un lenguaje sencillo, trata de reflejar y criticar la sociedad actual, riéndose con cierta amable acidez de instituciones como la familia y la escuela.

 Claudio zoquete. Autor, Gregorio Heffley.
- ¡Hola! Mi nombre es Claudio.
-¡No! Tu nombre es Mente Cato.

Del primer libro, Un pringao total, también conocido como Un chico en apuros, aparecido en 2006, se vendieron en España cuatrocientos mil ejemplares, y setecientos mil de los nueve siguientes diarios.

Este personaje con su diario ha traspasado confines geográficos y barreras lingüíssticas. Publicado en 51 países y traducido a 44 linguas, con cerca de 150 millones de ejemplares vendidos, millones de niños y niñas de todo el mundo conocen de memoria las aventuras de este su antihéroe.

-Ea. ¡Hola! Mi nombre es Mentecato.


Convertido en poco tiempo en un clásico, no era de extrañar que, después de todo, alguien hiciera una traducción del inglés original a nuestra entrañable lengua clásica muerta. Y este alguien ha sido monseñor Daniel B. Gallagher, latinista de lengua inglesa, encargado del perfil latino de Twitter del actual santo padre de la iglesia católica. Gallagher ha traducido a la lengua ciceroniana el lenguaje de los muchachos de hoy del Diary of a Wimpy Kid de Jeff Kinney, bajo el titulo de Commentarii de Inepto Puero con gran acierto, utilizando un latín común y cotidiano, casi plautino, además de numerosos neologismos, exclamaciones y expresiones coloquiales y jergales del lenguaje contemporáneo y vulgar adaptadas no sin cierta gracia.

-¡Bravo!

En palabras del monseñor: “Mi mayor deseo es que esta traducción latina llegue a gustar a los apasionados del latín en todo el mundo. No se leerá como a Cicerón, pero espero que acierte a demostrar que todo puede decirse en latín –omnia possunt dici Latine- hasta las desafortunadas pero esencialmente felices aventuras de una pequeña nulidad como Greg Heffley”. 


La etimología de "mentecato" es mente captus, de mens mentis "mente" y captus, participio de perfecto del verbo capio, "tomado", por lo tanto un mentecato es alguien que ha sido privado de inteligencia y razón, literal y propiamente "que ha sido cogido de la mente". La palabra entró en castellano según el maestro Corominas en 1570. Posteriormente derivaron de ella "mentecatería" y "mentecatez".   La academia define este adjetivo como "tonto, fatuo, falto de juicio, privado de razón, de escaso juicio y entendimiento". La palabra existe también en italiano con el significado parecido de  desequilibrado, tonto, imbécil, usado con sentido injurioso. Gabrielle d´Annunzio escribió, por ejemplo, "la vecchia Europa avara e mentecatta": la vieja Europa avara y mentecata.
 



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