Las viñetas y tiras cómicas de Arcás aparecieron por primera
vez en los quioscos griegos a principios de los años 80. Su obra, desde
entonces hasta la actualidad, ha ido creciendo considerablemente. Al mismo
tiempo, su identidad personal y aspecto físico han sido y son un misterio hasta
para sus propios lectores y editores griegos. Arcás ha preferido mantener el
anonimato bajo la firme creencia de que a un artista debe conocérselo más por
su obra que por su personalidad propia.
Su particular sentido del humor (casi negro), impregnado de un tono sarcástico, está presente en casi todas sus historietas. Sin embargo, lo que realmente explica su éxito es la universalidad de los temas que trata. En este sentido, puede decirse de él, sin exagerar, que es ya todo un clásico, porque su humor está fuera del tiempo. A pesar del paso de los años, los diversos personajes que ha ido creando nos siguen haciendo reír igual que el primer día.
La vida de después, además de ser una de los mejores y más celebradas historietas de Arcás (o Arkás, si se prefiere), es la más larga por ahora. Narra la vida de Arni, un hombre joven que ha muerto de repente de un infarto y que se encuentra de pronto en el paraíso conversando con un ángel sobre lo humano y lo divino.
A lo largo de casi ocho años de presencia semanal en la prensa, el genial dibujante griego ha publicado más de cuatrocientas historietas a toda página sobre este personaje, lo que le ha proporcionado material para ocho álbumes de La vida de después. Pero ese material ha dado más de sí todavía. Había algunas páginas, que por diversas razones habían quedado sin publicar en el cajón de su creador, y que se han reunido ahora en este nuevo y entretenido álbum que acaba de publicarse en Grecia que lleva por título: Los inéditos. Como muestra (tomada de aquí), un botón:
-Ángel, ¿qué opinión tienes sobre la incineración de los cadáveres?
-¡Es un progreso! ...En la Edad Media los quemaban vivos.
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