Baco, Caravaggio (1595)
Nunc, o Bacche, tuis humiles aduoluimur aris:
da mihi pacato uela secunda, pater.
Nunc, o Bacche, tuis humiles aduoluimur aris:
da mihi pacato uela secunda, pater.
Ya, oh padre Baco, en
tu altar nos arrodillamos humildes;
dame, aplacándome,
buen viento que sople a favor.
te quoque enim non esse
rudem testatur amoris
lyncibus ad caelum uecta Ariadna tuis.
lyncibus ad caelum uecta Ariadna tuis.
Dice también que libre
no estás de amores Ariadna
que en tus linces subió
hasta la bóveda astral.
Baco y Ariadna, Tiziano 1520-23
tu potes insanae
Veneris compescere flatus,
curarumque tuo fit medicina mero.
curarumque tuo fit medicina mero.
Puedes tú apaciguar
huracanes de amor alocado,
y en tu bebida hay
bálsamo de la pasión.
per te iunguntur, per
te soluuntur amantes:
tu uitium ex animo dilue, Bacche, meo.
tu uitium ex animo dilue, Bacche, meo.
Dos se hacen uno por
ti, por ti se hacen dos los amantes;
Baco, de mi alma tú
quítame tal pudrición.
hoc mihi quod ueteres
custodit in ossibus ignes
funera sanabunt aut tua uina malum.
funera sanabunt aut tua uina malum.
Esta desgracia que
vieja pasión conserva en mis huesos
sólo me la curarán
muerte o beber tu licor.
semper enim uacuos nox
sobria torquet amantes;
spesque timorque animum uersat utroque modo.
spesque timorque animum uersat utroque modo.
Siempre la noche sin
vino atormenta a lejanos amantes;
y esperanza y temor
turban sus almas al par.
quod si, Bacche, tuis
per feruida tempora donis
accersitus erit somnus in ossa mea,
accersitus erit somnus in ossa mea,
Pero si gracias, Baco,
a tu don por mis sienes ardientes,
llega el sueño a posar
sobre mis miembros su paz,
ipse seram colles
pangamque ex ordine uites,
quas carpant nullae me uigilante ferae.
quas carpant nullae me uigilante ferae.
cerros yo sembraré y
plantaré en hilera las viñas
que ningún animal
hoce, cuidándolas yo.
El triunfo de Baco o Los borrachos, Velázquez 1626-28
dum modo purpureo
spument mihi dolia musto,
et noua pressantes inquinet uua pedes,
et noua pressantes inquinet uua pedes,
Siempre que a mí me
rebosen barricas de mosto bermejo
y uva fresca en lagar
manche al pisarla mis pies,
quod superest uitae per
te et tua cornua uiuam,
uirtutisque tuae, Bacche, poeta ferar.
uirtutisque tuae, Bacche, poeta ferar.
he de vivir lo que
quede de vida por ti y por tu cuerna,
Baco, y poeta a mí
de tu poder me dirán.
dicam ego maternos
Aetnaeo fulmine partus,
Indica Nysaeis arma fugata choris,
Indica Nysaeis arma fugata choris,
Yo cantaré que tu
madre a ti te parió fulminada,
y armas indias que al
son van de tus danzas a huir,
uesanumque
noua nequiquam in uite Lycurgum,
Pentheos in triplici funera grata gregi,
Pentheos in triplici funera grata gregi,
loco a Licurgo,
en vano contrario a la viña reciente,
fin de Penteo
que fue víctima de bacanal,
curuaque
Tyrrhenos delphinum corpora nautas
in uada pampinea desiluisse rate,
in uada pampinea desiluisse rate,
los piratas
tirrenos, delfines de cuerpo ondulante
del pampanoso bajel
que se arrojaron al mar,
et
tibi per mediam bene olentia flumina Diam,
unde tuum potant Naxia turba merum.
unde tuum potant Naxia turba merum.
y bienolientes por ti
los ríos en la isla de Naxo
donde la gente de allí
bebe tu puro licor.
candida laxatis onerabo
colla corymbis;
cinget Bassaricas Lydia mitra comas;
cinget Bassaricas Lydia mitra comas;
Yo cargaré blanquecino
tu cuello de largos corimbos;
un turbante oriental
va tu cabello a ceñir;
leuis odorato ceruix
manabit oliuo,
et feries nudos ueste fluente pedes.
et feries nudos ueste fluente pedes.
exhalará tu cerviz
delicada aromáticos olios,
y tus descalzos pies
vas con la túnica a herir.
mollia
Dircaeae pulsabunt tympana Thebae;
capripedes calamo Panes hiante canent,
capripedes calamo Panes hiante canent,
Retumbará femeninos
timbales Tebas de Dirce;
sátiros van a sonar
flautas soplando de Pan,
uertice turrigero iuxta
dea magna Cybebe
tundet ad Idaeos cymbala rauca choros;
tundet ad Idaeos cymbala rauca choros;
con su cabeza de torre
a su lado gran diosa Cibeles
címbalos roncos hará
para la danza sonar;
ante fores templi,
cratere antistes et auro
libabit, fundens in tua sacra merum,
libabit, fundens in tua sacra merum,
Ante las puertas del
templo hará el sacerdote con cáliz
de oro la libación,
vino vertiendo en tu honor.
Baco joven, de Joaquín Agrasot (1872)
haec ego non humili
referam memoranda coturno,
qualis Pindarico spiritus ore tonat:
qualis Pindarico spiritus ore tonat:
Yo cantaré con alto
coturno estas hazañas
como la inspiración
truena de Píndaro al son:
tu
modo seruitio uacuum me siste superbo,
atque hoc sollicitum uince sopore caput.
atque hoc sollicitum uince sopore caput.
tú sólo vuélveme
libre de mi esclavitud altanera,
y mi cabeza febril
véncela con tu sopor.
El sueño de Dioniso, óleo de A. Bloemaert (1591).
El dios Baco, ebrio de
vino, se abandona a un profundo sueño reparador. Su culto estuvo muy
extendido en la antigüedad. En Roma un decreto del senado llegó a
prohibir la celebración de las bacanales, esos antiguos "botellones",
por los desórdenes públicos que provocaban.
No sólo se veneraba en Dioniso al inventor del vino, sino también al inspirador de todo entusiasmo, de la ebriedad y la transgresión. Los romanos lo denominaban a veces Líber, porque liberaba a los seres humanos de sus inhibiciones. Un antiguo aforismo rezaba: In uino ueritas: En el vino está la verdad.
No sólo se veneraba en Dioniso al inventor del vino, sino también al inspirador de todo entusiasmo, de la ebriedad y la transgresión. Los romanos lo denominaban a veces Líber, porque liberaba a los seres humanos de sus inhibiciones. Un antiguo aforismo rezaba: In uino ueritas: En el vino está la verdad.
El himno a Baco de Propercio (Elegías III, 17), compuesto en dísticos
elegíacos de hexámetro y pentámetro dactílico, es a la vez una súplica
al dios, rogándole la paz del olvido que quita las penas, y un recuerdo
de sus hazañas. Se cita, por ejemplo, a Ariadna, que después de
ser abandonada por Teseo, fue amada por Baco, cuyo carro era arrastrado
por linces. Evoca Propercio, sin citar su nombre propio, a la madre del
dios, Sémele, que fue fulmiada por el rayo de Júpiter cuando éste, accediendo a sus deseos, se le manifestó con todos sus atributos. Recuerda el poeta a Licurgo,
rey de Tracia que se opuso al culto dionisíaco; enloquecido como
castigo, mató a su hijo creyendo que cortaba una viña; y recuerda
también a Penteo, otro rey que se opuso al culto de Baco, porque
hacía que las mujeres se desmandaran, abandonaran la ciudad y,
convertidas en bacantes, se entregaran a una orgía de música y danza; Penteo
fue descuartizado vivo por las ménades o bacantes poseídas por el
espíritu del dios, entre las que se encontraban su propia madre y sus
hermanas. Ambos reyes, Licurgo y Penteo, encarnan el espíritu
racional de la prohibición, el espíritu apolíneo, que diría Nietzsche,
de la "ley seca"; basándose en argumentos de orden público quieren
prohibir el vino, pero ambos mueren víctimas del espíritu dionisíaco,
que, inherente a la naturaleza humana, no puede ser reprimido
impunemente. Los piratas tirrenos quisieron vender a Baco, que
viajaba en su barco de Icaria a Naxos, como esclavo. De alguna manera,
pretendían también ellos someter, esto es, dominar al dios más libre y
libertador del panteón olímpico, y por eso fueron castigados
enloqueciendo y arrojándose al mar, donde se convirtieron en delfines.
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