martes, 20 de marzo de 2018

Hoy es el primer día del resto de tu vida.

Para algunos “hoy es el primer día del resto de tu vida” es un eslogan de los años sesenta que repiten machaconamente muchos profesionales de psicagogía barata, predicadores del pensamiento positivo, apóstoles del optimismo a ultranza y escritores varios de manuales de autoayuda como si se tratara de un mantra sacrosanto. Su origen suele atribuírsele a Charles Dederich (1914-1997), fundador de una organización de rehabilitación de toxicómanos. Otros le asignan la patente a Abbie Hoffman (1936-1989), un activista de la época hippie/yippie. No se conoce a ciencia cierta quién es el autor de esa frase tan popular y tan repetida en casi todas las lenguas: Today is the first day of the rest of your life. Aujourd'hui c'est le premier jour du reste de ta vie. Heute ist der erste Tag vom Rest deines Lebens...



Muy frecuentemente se cita en canciones, películas y repertorios varios de frases famosas, por lo que puede afirmarse que pertenece ya al acervo cultural popular, que es de todos y no es de nadie en particular.

Leyendo algunos epigramas de Páladas de Alejandría de la Antología Griega, sin embargo, me encontré con este, que es el número 79 del libro X, cuyo cuarto verso “comenzando hoy el resto de nuestra vida” (τοῦ λοιποῦ δὲ βίου σήμερον ἀρχόμενοι) me recordó a esta frase enseguida, hasta el punto de poder asegurar que es la formulación más antigua que yo conozco de este pensamiento. El epigrama, compuesto de tres dísticos de hexámetro y pentámetro dactílicos,  dice así en versión original:
νυκτὸς ἀπερχομένης γεννώμεθα ἦμαρ ἐπ' ἦμαρ
τοῦ προτέρου βιότου μηδὲν ἔχοντες ἔτι,
ἀλλοτριωθέντες τῆς ἐχθεσινῆς διαγωγῆς,
τοῦ λοιποῦ δὲ βίου σήμερον ἀρχόμενοι.
μὴ τοίνυν λέγε σαυτὸν ἐτῶν, πρεσβῦτα, περισσῶν·
τῶν γὰρ ἀπελθόντων σήμερον οὐ μετέχεις.


Día tras día, al irse la noche, nosotros nacemos
sin conservar ningún     resto de vida anterior,

extrañados de que haya el día de ayer sucedido,
y comenzando hoy      nuestro restante vivir.

No digas, viejo, entonces, tus años que son demasiados,
ya que no formas hoy     parte de edad que pasó.

Asimismo, el aforismo de Leonardo da Vinci que Rafael Sánchez Ferlosio colocó al principio de su novela El Jarama, recuerda el espíritu de esta frase: L'acqua che tocchi de' fiumi è l'ultima di quella che andò e la prima di quella che viene. Cosí il tempo presente. Lo que quiere decir: El agua que tocamos en los ríos es la postrera de las que se fueron y la primera de las que vendrán; así el día presente.


Leonardo ve que en el momento presente, hoy, ahora mismo, coinciden y se anulan los contrarios,  el pasado y el futuro, el ayer y el mañana, como en la corriente de un río cuando metemos la mano en el agua. Aquí y ahora es donde confluyen lo último y lo primero, el final y el principio, por lo que todo fin es un comienzo y todo principio un final.

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