"Beauty" es el título del corto de animación, nunca mejor dicho, del realizador italiano Rino Stefano Tagliafierro, que ha dado vida virtual a una selección muy sugerente de cuadros de paisajes y figuras humanas dentro de las diversas temáticas religiosas y mitológicas de los maestros de la pintura universal tales como Tiziano,
Caravaggio o Rembrandt. Sus lienzos cobran vida y nos ofrecen una sugestiva
meditación sobre el enigma de la belleza.
(Versión abreviada)
El enigma de la Belleza
"Tiempo voraz, embótale al león la garra
y haz que la propia tierra sus crías embeba,
al fiero tigre descolmilla y desquijarra
y sepulta en su sangre a la fénix longeva".
(W.
Shakespeare, Soneto núm. 19, traduc. A. García Calvo)
Sobre la belleza se alzan desde
siempre las nubes del destino y del tiempo que todo lo devora. La belleza es
cantada, representada y descrita desde la antigüedad como el instante
fugaz de la felicidad y de la plenitud de la vida inagotable, desde el comienzo
destinada a un epílogo trágico y salvífico.
En esta interpretación de Rino
Stefano Tagliafierro la belleza es transportada a la fuerza expresiva de un
gesto que brota del inmovilismo del cuadro, animando un sentimiento que se
sustrae al quietismo propio de un museo. Como si en las imágenes que la
historia del arte nos ha ofrecido estuviese congelado un movimiento que la
actualidad puede revitalizar gracias al fuego de la inventiva digital.
La belleza en esta interpretación es la compañera silenciosa de la vida que
inexorablemente procede de la sonrisa del niño, a través del éxtasis erótico,
hacia la mueca de dolor que cierra un ciclo destinado a repetirse hasta el
infinito.
Significativos, desde este punto
de vista, son el amanecer de una mañana romántica en cuyo cielo vuelan unos
grandes pájaros negros y el final del crepúsculo romántico con ruinas góticas
que concluye la obra del tiempo que huye.
Giuliano Corti.
Versión íntegra
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