viernes, 15 de diciembre de 2017

Dos críticas al Sistema Educativo

Eric Maskin, premio Nobel de economía del año 2007 afirmaba en una entrevista concedida a XL Semanal, núm. 1571, semana del 3 al 9 de diciembre, lo siguiente: “El sistema educativo tiene que reorientarse. Ahora está reorientado a preparar para el mercado laboral. Pero, si desaparece el mercado laboral, habrá que pensar otras cosas...” “¿Cómo qué?” Le pregunta el entrevistador Carlos M. Sánchez; a lo que el profesor de la Universidad de Harvard responde: “La educación deberá enseñarnos a desvincular nuestros trabajos de nuestras identidades. Hoy por hoy, la mayor parte de la gente se ve a sí misma según lo que hace para ganarse la vida. Usted es periodista; yo, economista... Nos va a costar acostumbrarnos.

¿Educación?

Nuccio Ordine, por su parte, del que ya hablamos aquí a propósito de su libro La utilidad de lo inútil, que acaba de publicar entre nosotros Clásicos para la vida (Editorial Acantilado), una antología de 50 textos comentados desde Homero hasta Antoine de Saint-Exupéry, se mostraba muy crítico con el sistema educativo en una entrevista concedida al diario El Mundo (15 diciembre de 2017): “Uno debería ir a la escuela a cultivar su espíritu, no a aprender un oficio y a prepararse para encontrar un trabajo. Pero las escuelas y las universidades han creado un sistema que corrompe a los jóvenes, en el que les hacen creer que se debe estudiar no por el gusto de aprender sino para encontrar un trabajo”.


Así comenta lo que le decían los estudiantes italianos en sus conferencias por centenares de liceos para presentar su libro: «Profesor, yo amo el latín y el griego, me gusta la literatura, pero mis padres me dicen que eso no tiene salida profesional -aquí le dirían que eso “cierra puertas”- y que es mejor que estudie una ingeniería, informática, medicina, porque así encontraré más fácilmente trabajo». Pues bien, lo que yo les respondo siempre es: «Chavales, no os inscribáis en la universidad pensando en el trabajo, elegid aquello que os apasiona». Porque si uno elige una disciplina porque le apasiona será tan bueno en ella que encontrará trabajo. Y al revés: si uno estudia una carrera que no le apasiona pensando sólo en su salida profesional, puede que el día de mañana gane mucho dinero pero no será feliz. Si a mí alguien me ofreciera ir a trabajar a una empresa a cambio de 100.000 euros al mes, no iría. No cambiaría jamás de trabajo, porque para mí lo que hago es un placer, una pasión, mi vocación, y eso es impagable.”

Y eso es lo que deberían decir los Departamentos de Orientación de los IES si fueran un poco más honestos. No hay que estudiar pensando en las salidas profesionales ni en las puertas que se abren  y se cierran -¿quién le pone puertas al campo?-, ni en la rentabilidad económica de los estudios sino en aquello que les entusiasma. No hay que estudiar para aprobar exámenes, sino para aprender, y no hay que leer por obligación sino por placer.


En la siguiente afirmación de la entrevista, sin embargo, no estoy muy de acuerdo con Nuccio Ordine: "Al poder no le gusta que sus ciudadanos sean autónomos y cultos. Por eso no invierte en educación". El poder no deja de invertir en educación y en cultura, es una de las cosas en las que de hecho más invierte y que más dinero mueven. El problema reside en lo que el Poder entiende por educación: mantener a los alumnos estabulados o acuartelados, si se prefiere la metáfora militar, hasta los 16 años obligatoriamente, y se habla ya de hacerlo hasta la mayoría de edad, cuando lo que se imparte en las aulas no tiene ningún interés para los alumnos, porque no les apasiona, enfocado como está a entretenerlos y a insertarlos en el denominado mercado laboral, por lo que en las clases de lengua, informática  o  inglés se reducen a veces a redactar un curriculun vitae y poco más...

Los gobiernos suelen decir que no hay dinero. Y es mentira. Claro que hay dinero. Y no es que lo haya, dinero es lo que sobra, lo hay espuertas, tanto que no alcanzamos a imaginar cuantos ceros tienen las cifras de miles de millones que se gastan. Lo que pasa es que no hace ninguna falta. Dinero y mercado laboral es lo que sobra en esta sociedad que todo lo consume y a todos nos consume.

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