Narciso
La
deuda del Narciso de Pierre y Gilles con el de Waterhouse, aunque ellos no revelen su fuente, es innegable. Se han centrado en el personaje
masculino del cuadro, eliminando la referencia a la ninfa Eco, y han
desnudado a Narciso, quitándole la túnica roja que velaba sus cuartos traseros, el cual sigue embelesado como el del pintor inglés, su modelo, contemplando
su imagen reflejada en el agua cristalina, rodeado de vegetación y narcisos.
Eco y Narciso, J. W. Waterhouse (1903)
Uno
de sus trabajos más logrados es quizá este Orestes, que nos presenta al héroe
después de haber matado a su madre Clitemnestra y al amante de esta
Egisto para vengar la muerte de su padre Agamenón (la sugerencia de que
ha cometido un crimen viene de la espada que yace en el suelo después de haber sido utilizada para el fin que se forjó),
refugiado junto al altar de Palas Atenea, en una pose erótica en la que
resaltan sus atléticos músculos engrasados y desprovistos de vello.
Orestes lleva una corona de laurel. Es una réplica exacta, como puede comprobarse, de la
escultura de Pierre-Charles Simart: Oreste réfugié à l'autel de Pallas (1839)
Orestes (2013), fotografía pintada.
Oreste réfugié à l'autel de Pallas, Pierre-Charles Simart (1839)
El pintor Alexandre Cabanel había tratado en 1846 este mismo tema, en el que destaca la espada ensangrentada del héroe. Frente al Orestes sombrío de Cabanel, el de Pierre y Gilles, envuelto en una atmósfera cálida y dorada de erotismo, no parece haber cometido un crimen del que se arrepienta... sino que parece un atleta que posa para la posteridad.
Oreste, Alexandre Cabanel (1846)
El material de esta entrada ha sido tomado del catálogo de la exposición "héroes" que puede verse aquí.
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